Hasta Navidad, cuatro domingos con corona del adviento

Enviado por le equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

El obispo Gabriel Mestre encabeza el retiro de adviento para nuestra zona pastoral este viernes 2, de 18.30 a 20.30, a través de misa, adoración, confesiones y prédica.

Es el inicio del nuevo año litúrgico. Previamente, en el domingo del anterior que terminó vivimos la Solemnidad de Cristo Rey, coronado desde el trono de la Cruz, el domingo 34° del tiempo ordinario: Rey de Reyes, Señor de Señores.

Su Reino es el Reino de la Verdad y de la vida, de la santidad, de la gracia, de la justicia, del amor y la paz.

Así ha sido la preparación para el adviento, cuya corona da comienzo el 27 de este mes y se prolonga por otros tres domingos, hasta el 18 de diciembre.

El período, que consta de cuatro semanas, se considera de preparación para celebrar la Navidad.

Las reflexiones se dividen en dos: las primeras dos semanas se enfocan en meditar sobre la venida final de Cristo, mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar sobre el nacimiento de Jesús.

Durante el Adviento, diferentes signos toman relevancia en las celebraciones litúrgicas y las oraciones particulares; entre ellos están los ornamentos de color morado utilizados por los sacerdotes durante las eucaristías, los cuales simbolizan austeridad, penitencia, profundización espiritual y preparación.

Las mismas vestimentas también son empleadas durante la cuaresma, tiempo de preparación para la Pascua, y las exequias.

Otro de los elementos propios de este tiempo en la Iglesia Católica es la corona de adviento, la cual consta de cuatro velas que se van encendiendo, una a una, con cada domingo que pasa como signo de vigilia.

En el mercado existen diferentes combinaciones de colores de las mismas: entre ellas, rojas y verdes, o moradas, rosas y blancas. Y aunque su significado dista de un significado mágico, muchos católicos se preocupan por estar acordes a regla.

La corona lleva consigo tres velas moradas y una rosada, que se enciende en el tercer domingo.

“El color morado representa el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos tener para prepararnos adecuadamente para la llegada de Cristo. Mientras que la rosada representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento del Señor”.

Sin embargo, explican que en algunos lugares todas las velas se sustituyen por rojas y, en la noche de Navidad, se coloca una blanca en el centro, que simboliza a Cristo como centro de todo.