MARGUERITE YOURCENAR – BRUSELAS (1903) MAINE (1987). Marguerite de Crayencour (Yourcenar es un anagrama de su verdadero apellido) fue llevada muy pronto a Francia por su padre, ya que su madre murió siendo ella muy pequeña. Fue educada por preceptores y por su padre, que le enseñó griego y latín antes de los doce años y le dio a leer los grandes autores franceses siendo muy joven. En la universidad se especializó en cultura clásica, y antes de la II Guerra Mundial ya comenzó a publicar.

En 1937 conoció a la traductora norteamericana Grace Frick, quien fue su compañera de vida hasta que murió en 1979. Compartieron también la enseñanza en el exclusivo colegio Sarah Lawrence de Nueva York durante diez años. Desde 1939 fijaron su residencia en Maine, donde Marguerite murió finalmente, aunque viajó muchas veces por todo el mundo, en especial Europa y Grecia, a la que consideraba su segunda patria.

Publicó muchas novelas, cuentos y ensayos, y tradujo al francés a Virginia Wolf y a Mishima; en 1951 le llegó la fama mundial con su novela Memorias de Adriano.

Fue la primera mujer elegida miembro de número de la Academia Francesa. Conoció y mantuvo una muy buena relación con el presidente francés Francois Mitterand, que era un apasionado de su obra.

En la Biblioteca disponemos de los siguientes títulos:

• Recordatorios
• Como el agua que fluye
• Archivos del Norte
• ¿Qué? la eternidad
• Memorias de Adriano
• Memoires d’Hadrien
• Opus Nigrum
• Alexis o el tratado del inútil combate
• El tiempo, gran escultor
• Con los ojos abiertos
• El denario del sueño
• Cuentos orientales
• Una vuelta por mi cárcel
• Mishima o la visión del vacío
• Teatro I
• A beneficio de inventario

Y HOY LES RECOMENDAMOS:

Los aires difíciles - Almudena Grandes – España, 2002

Juan Olmedo y Sara Gómez son dos extraños que se instalan a principios de agosto en una urbanización de la costa gaditana dispuestos a reiniciar sus vidas. Ambos arrastran un pasado bien diferente en Madrid. Sara, hija de padres menesterosos, que vivió una "singular infancia de vida prestada" con su madrina en el barrio de Salamanca, sufre el estigma de quien lo tuvo todo y luego lo perdió. Juan Olmedo, por su parte, huye de una tragedia familiar y un amor secreto y torturante, que han estado a punto de arruinar su vida. Sin buscarlo, "abocados a convivir como los únicos supervivientes de un naufragio", intercambiarán confidencias, compartirán asistenta, Maribel, y el cuidado de los niños, y buscarán refugio en esta nueva familia, elegida no impuesta. Como el poniente y el levante, esos aires difíciles de la costa atlántica, sus existencias parecen agitarse al dictado de un destino inhóspito, pero ellos han decido encauzarlo con voluntad férrea a su propio favor.