Incorporación de Jorge Enrique Shaw a la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa y creación del Sitial en homenaje a su padre, Enrique Shaw

En un acto lleno de emoción y significado, la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa (ANCEM) ha rendido homenaje a dos destacadas figuras en la historia empresarial y social de la ciudad: Enrique Shaw y su hijo, Jorge Enrique Shaw. Este reconocimiento no solo celebra sus carreras laborales excepcionales, sino que también establece un nuevo sitial en ANCEM en honor a ambos y con el nombramiento especial como académico titular a Jorge Enrique.

Enrique Shaw nació el 26 de febrero de 1921 en París, hijo de Alejandro Shaw y Sara Tornquist de Shaw. Su vida estuvo marcada por su vocación temprana por la fe y la Doctrina Social de la Iglesia. Después de ingresar a la Escuela Naval de Río Santiago a los 14 años, se destacó como un alumno brillante y piadoso. Su historia de amor con Cecilia Bunge y su deseo de formar una familia numerosa y cristiana marcó el inicio de una extraordinaria vida dedicada al apostolado en el mundo empresarial.

Enrique Shaw pasó un año en la empresa Corning Glass Work en EE.UU., donde se formó en la producción de vidrios resistentes a altas temperaturas, y luego, en 1946, comenzó a trabajar en Cristalería Rigolleau, en Berazategui. Su compromiso social se manifestó en su participación en la organización del envío de alimentos a Europa tras la Segunda Guerra Mundial, que llevó a la fundación de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).

Bajo su liderazgo, ACDE se consolidó, y en 1952, fue nombrado como su primer presidente. Su compromiso con el diálogo social y la promoción del Salario Familiar fue inquebrantable. Además, Enrique Shaw desempeñó un papel fundamental en la creación de la Universidad Católica Argentina (UCA), colaborando como tesorero y miembro del Consejo de Administración. Su legado trasciende su vida, y su figura ha sido inmortalizada con el "Día Nacional de la Comunidad Empresarial", establecido por el Congreso en su honor.

Forjando su propio camino, Jorge Enrique Shaw (hijo) ha llevado adelante la empresa familiar, Pinamar SA, con pasión y amor por la ciudad. Desde muy joven, asumió la responsabilidad de continuar el proyecto urbanístico de su abuelo, el arquitecto Jorge Bunge (SACAR y su padre, Enrique Shaw). Durante 60 años en la empresa, Jorge Enrique Shaw ha demostrado un fuerte compromiso con el avance de la ciudad ubicada en la Costa Argentina.

Además, Jorge Enrique Shaw ha sido un defensor de la educación y la innovación en Pinamar, facilitando entre otros, la instalación de UADE.

ANCEM reconoce a ambos Shaw por su valiosa contribución a la sociedad y a la ciudad de Pinamar. Este acto de reconocimiento no solo celebra el pasado, sino que también mira hacia el futuro, inspirando a nuevas generaciones de empresarios y líderes a seguir el ejemplo de Enrique Shaw y Jorge Enrique Shaw en su dedicación a la comunidad y su compromiso con la ética empresarial.

Fuente: www.ancempresa.org.ar