Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz
Intensas jornadas vivieron junto a sus padres los chicos que hacen catequesis en las capillas Laura Vicuña, San José y Nuestra Señora de la Paz, la parroquia, mientras duró la presencia de las “Hermanitas y Hermanitos del Cordero”.
Tomaron contacto estrecho con las misioneras que recorrieron hogares en las localidades de Pinamar llevando la Palabra de Dios y transmitiendo un concepto que penetra la superficial capa del consumismo moderno para enseñar a incorporar una vida contemplativa y austera.
Las fraternidades en la Argentina se encuentran en el Pequeño Monasterio Luz de Nazareth, en Ciudad de Buenos Aires. En el mundo se encuentran en toda América del Sur, México, sur de Estados Unidos, Alaska, España, Italia, Francia, Austria y Polonia.
La parroquia participa también de la organización de la jornada para matrimonios que se llevará a cabo en Villa Gesell, en la capilla Medalla Milagrosa, el 5 de junio, de 9 a 18.
Será un encuentro de reflexión para parejas, cuyo objetivo es facilitar herramientas que ayuden a enriquecer el vínculo cotidiano ante las diferentes realidades que se presentan en las familias.
La premisa que guía este tipo de acercamientos dentro del núcleo de la sociedad está contenida en el mismo título del mensaje del papa Francisco para la 56a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: “Escuchar con los oídos del corazón”.
Se une a la consigna que tuvo el evento el año pasado: la necesidad de “ir y ver” para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas.
Francisco advierte que lo que en verdad está sucediendo es que “el hombre tiende a huir de la relación, a volver la espalda y ‘cerrar los oídos’ para no tener que escuchar. El negarse a escuchar termina a menudo por convertirse en agresividad hacia el otro”.
Señala que “existe un uso del oído que no es verdadera escucha, sino lo contrario: el escuchar a escondidas”, tentación que en el tiempo de las redes sociales parece haberse agudizado junto a la de espiar, “instrumentalizando a los demás para nuestro interés”.
“Por el contrario, lo que hace la comunicación buena y plenamente humana es precisamente la escucha de quien tenemos delante, cara a cara, la escucha del otro a quien nos acercamos con apertura leal, confiada y honesta”, sostuvo el Santo Padre.