“Jesús vive y te quiere vivo”

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.

Al celebrarse el domingo del Buen Pastor, el obispo Gabriel Mestre dio la bienvenida desde el Carmelo a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (que se extendió durante la semana), invocando las palabras pronunciadas por Jesús en su día: “En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas, quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.

En el IV Domingo de Pascua, en su homilía transmitida desde la Casa Santa Marta del Vaticano, Francisco mostró que pasaron por ella “sacerdotes y médicos”, que han perdido la vida por cuidar a las personas contagiadas en este tiempo caracterizado por la pandemia, y también recordó que “Jesús es el Buen Pastor que escucha al rebaño, lo guía, lo cuida, y la grey sabe distinguir entre los pastores y los bandidos, por ello, el rebaño confía en el Buen Pastor, Jesús”.

La cuarentena impidió al Papa, a nuestro obispo, al párroco de Pinamar y a todos los sacerdotes cristianos agasajar al Buen Pastor en forma pública, como es habitual todos los años, pero igual llamaron a rezar por todas las vocaciones de especial consagración en el mundo, para que el Señor siga llamando, y los jóvenes puedan decir sí a la llamada.

Es que se trata de una ocasión especial para pensar en la gran diversidad, teniendo un recuerdo especial por los sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de vida activa y contemplativa; y consagrados y consagradas de institutos seculares; así como por los jóvenes que se sienten llamados en los territorios de misión.

El lema de este año es “Jesús vive y te quiere vivo”, y el papa Francisco lo evocó en el comienzo de su mensaje alusivo: “La barca de nuestra vida avanza lentamente, siempre inquieta porque busca un feliz desembarco, dispuesta para afrontar los riesgos y las oportunidades del mar, aunque también anhela recibir del timonel un cambio de dirección que la ponga finalmente en el rumbo adecuado”.

Dolor, gratitud, ánimo y alabanza son cuatro palabras que Francisco propuso para la situación especial en la que se celebra en esta ocasión: “En esta Jornada, como también en la acción pastoral ordinaria de nuestras comunidades, deseo que la Iglesia recorra este camino al servicio de las vocaciones abriendo brechas en el corazón de los fieles, para que cada uno pueda descubrir con gratitud la llamada de Dios en su vida, encontrar la valentía de decirle ‘sí’, vencer la fatiga con la fe en Cristo y, finalmente, ofrecer la propia vida como un cántico de alabanza a Dios, a los hermanos y al mundo entero. Que la Virgen María nos acompañe e interceda por nosotros”, reseñó.

Así se llegó a este viernes 8, cuando la patrona de Argentina, Nuestra Señora de Luján, es venerada en el santuario de la localidad bonaerense, donde se encuentra una de las imágenes que representan a María en su Inmaculada Concepción.

La difícil situación que afronta una gran parte de la población, a la que la pandemia sumió en una pobreza mayor aún que la que traía antes de declararse la emergencia sanitaria, requiere tal vez más que nunca del rezo a la patrona por el destino de la Patria.