Faltan dos días para que el domingo de Ramos dé comienzo a la Semana Santa, la Gran Semana, como se la llamaba antiguamente, que culmina con la Pascua de Resurrección de Jesús, si bien en realidad, al concluir la Cuaresma que viene desde el miércoles de ceniza, en el atardecer del próximo Jueves Santo, con la misa Crismal, empiezan los tres días que los padres de la Iglesia, tanto san Ambrosio como san Agustín, conciben como un todo que incluye el sufrimiento de Jesús y también su glorificación.

El nuevo calendario litúrgico excluyó la misa de la Cena del Señor de la Cuaresma, de modo que Viernes y el Sábado Santos dejaron de ser sus últimos dos días para convertirse en los primeros del “sagrado triduo”.

En este domingo de Ramos, la parroquia Nuestra Señora de la Paz se abre a las confesiones y las misas, para las que se distribuirán los presbíteros Marcelo Panebianco y Vicente de Luca en la capilla San Francisco Solano, Valeria del Mar, a las 10; en la iglesia de la avenida Libertador en Pinamar, a las 11.30; en la capilla Beata Laura Vicuña, a las 19.00, y de nuevo en Nuestra Señora de la Paz, a las 20.30, donde se hará la bendición de los ramos en la explanada.

Los creyentes se remontan al recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Mateo.

El Vía Crucis Viviente teatraliza el Viernes Santo, como todos los años, las 14 imágenes de la Pasión, que marcan el camino de la cruz. Cada una representa la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte crucificado. La posterior resurrección acaece en la número 15.

Recorrida al calvario
La secuencia comienza en la 1ª estación, cuando Jesús es sentenciado a muerte; en la 2ª lleva cargada la cruz; en la 3ª cae, por primera vez, debido al peso que arrastra; en la 4ª se encuentra con la Virgen; en la 5ª el Cirineo lo ayuda a llevar la cruz; en la 6ª la Verónica enjuga el rostro del Señor; en la 7ª cae por segunda vez; en la 8ª consuela a las hijas de Jerusalén; en la 9ª cae por tercera vez; en la 10 ª es despojado de sus vestiduras; en la 11ª es clavado en la cruz; en la 12 ª muere en la cruz; en la 13ª lo bajan a los brazos de su madre; en la 14ª su cadáver es puesto en el sepulcro, y en la 15ª resucita.

Lunes y martes Santo (26 y 27 de marzo), a las 9, en la iglesia Nuestra Señora de la Paz, se reza la oración matinal; a las 18, el Vía Crucis, y a las 19, la misa.

La oración se repite el miércoles 28 a la misma hora, al igual que el Vía Crucis, y a las 19, la misa Crismal. En la Catedral de Mar del Plata, en ese horario, se celebran la Palabra y Comunión.

El Jueves Santo (29 de marzo), bajo la consigna de que no hay mayor amor que dar la vida por los amigos, tienen lugar el lavatorio de los pies, el traslado del Santísimo Sacramento y la Adoración.

Tras la oración de la mañana, se efectúa el Vía Crucis para niños en la Iglesia Nuestra Señora de la Paz y en las capillas San José, Laura Vicuña, a las 11. A las 20, se celebra la misa vespertina de la Cena del Señor, que se efectúa en la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Cariló) y en Nuestra Señora de la Paz, permaneciendo en oración eucarística hasta la medianoche.