En IASSA destacaron la inversión y el acercamiento a la tecnología que lograron en los últimos años. “Es necesario adecuarse al momento tecnológico que estamos atravesando”, señaló el gerente de la empresa.
La pandemia del coronavirus modificó los hábitos y las costumbres sociales y, como consecuencia, muchas actividades se vieron obligadas a reinvertirse y aprovechar nuevas herramientas -como la tecnología- para responder a la demanda. La tecnología, en definitiva, obtuvo una preponderancia importante en nos últimos años y con la irrupción de la pandemia aceleró su crecimiento.
IASSA es una empresa de seguridad con más de 27 años en Pinamar y la zona que, a pesar de la paralización de actividades por la pandemia en la ciudad, decidió potenciar el crecimiento tecnológico que venía desarrollando en los últimos años. “A pesar de que ha sido un año difícil, distinto a otros, seguimos trabajando y manteniendo nuestra calidad de servicio”, afirmó Sergio Fernández, gerente de Ventas y Comercialización de la empresa.
Tenemos nuevos avances en comunicación de alarmas que permite manejarla remotamente mediante una aplicación. Es muy importante mantener la comunicación con la casa central, y las nuevas tecnologías facilitan esa tarea”, expresó y agregó que “venimos desarrollando una aplicación para tener una alarma en el teléfono, por eso destacamos el avance que tuvimos tecnológicamente”.
Fernández comentó que “este acercamiento a aplicaciones es parte de una inversión para cambiar el tema tecnológico, y garantiza una mayor accesibilidad para el cliente, que lo venía pidiendo”. “Es muy difícil en un año pandemia porque la concreción de proyectos no sólo depende de lo que nosotros podamos hacer”, subrayó.
“La aplicación es muy versátil porque permite mandar un pánico en donde esté la persona, geolocaliza el teléfono en el momento, y facilita una asistencia. Además, la tecnología permite activar o desactivar la alarma remotamente. Entendemos que es necesario adecuarse al momento tecnológico que estamos atravesando”, detalló.
En Pinamar, las restricciones afectaron el año pasado en gran parte a comercios y empresas, que tuvieron que adecuar sus formas de atención a nuevos protocolos. “Durante la pandemia tuvimos un protocolo de atención al cliente y durante el verano, otro. Los vamos modificando de acuerdo a las etapas de año y de acuerdo los casos de Covid en la ciudad”, comentó.
“La manera de asistir es la misma, lo que se cambia es el contacto con terceros o la desinfección. Los autos siguen yendo a las casas, y las revisiones son siempre por fuera”, señaló.
En ese marco, Fernández aseguró que registraron un índice de delitos “normal e igual al de otros años”. “Los delitos no son todos iguales; tenemos una porción de lo que pasa, pero con respecto a otros años tenemos la misma cantidad. Por ahí van cambiando las zonas. Pero a pesar de la pandemia, el índice delictivo es el normal de todos los años”, precisó.
Por otro lado, sostuvo que “es muy difícil proyectar en Pinamar porque la pandemia puso ‘un telón’ en el medio y no está permitiendo ver ‘el Pinamar real’, porque la pandemia está modificando todos los hábitos y las costumbres. Pero no deja de ser una de las ciudades con más crecimiento en el país”, aseveró.
“Estamos rodeados de barrios privados, que también tienen mucho crecimiento y son potenciales clientes. Hay campo de acción. Nosotros somos líderes en este rubro, y a pesar de las complicaciones tenemos la suerte de seguir siendo primeros”, cerró.