Madryn honró a los veteranos de Malvinas

Las autoridades de la ciudad chubutense inauguraron un mural de 35 metros de largo, donde recuerdan el “día en que Madryn se quedó sin pan”. Un hecho rescatado del olvido y que a partir de ahora será un nuevo feriado del almanaque de la ciudad.

La noticia dice que la semana pasada cerca de 600 veteranos de guerra fueron convocados a Puerto Madryn para recordar “el día en que la ciudad se quedó sin pan”, una fecha instalada en la memoria colectiva de la gente, en que más de cuatro mil soldados llegaron a la ciudad a bordo del buque británico Canberra, luego de finalizado el combate.

Transcurrieron 37 años y la comunidad de Puerto Madryn decidió honrarlos, no sólo con la invitación sino con un mural de 35 metros de largo que recuerda la fecha en que nuestros soldados volvieron a sentir nuevamente el calor de una familia.

Pero la noticia incluye el nombre de cuatro de nuestros veteranos: Jorge Estévez, Eduardo Canitrot, Alberto Madrazzo y Ricardo Castro, que participaron del encuentro y reviven con emoción el hecho de haber participado de la recordación.

“Se convocó a todos aquellos que volvieron en el Canberra el 19 de junio. Después hubo otro barco más, el Northland, y el Bahía Paraíso. Hubo veteranos de todo el país y nosotros quisimos estar presentes. Son 37 años de aquel contacto que tuvimos con la gente que nos recibió con los brazos abiertos. Nos pedían alguna pertenencia nuestra; nos preguntaban si queríamos fumar, si queríamos pan, nos compraban sándwich. En ese momento recibimos el calor humano que necesitábamos para poder afrontar este regreso. Esto pasó solamente ahí porque, a no ser en nuestro ámbito familiar, nosotros volvimos por la puerta de atrás. Todos fuimos a parar a la Escuela de Suboficiales General Lemos y a la Sargento Cabral y ya ahí teníamos la directiva que no se podía hablar del tema; hasta nos hicieron firmar unos papeles”, cuenta Ricardo Castro.

Madrazzo recuerda que estando en la Lemos se les pedía que se cortaran el cabello, que se sometieran a una revisación médica, y se les decía que les iban a dar un uniforme nuevo.

“A nivel general nos resistíamos a eso y queríamos que nos vieran como llegábamos realmente y no con un maquillaje”, relata.

Acerca de la veracidad de que ése fue el día en que Madryn se quedó sin pan, Eduardo Canitrot y el resto del grupo aseguran que sí, que eso ocurrió en el sentido literal, ya que la población, de forma masiva, fue a las panaderías a comprar para satisfacer el hambre que habían pasado los soldados, sin dejar de lado el simbolismo que entraña un pedazo de pan.

“Cuando la gente se enteró de que llegaba el Canberra, se congregó en el Alfonsina Storni, que es el amarradero donde llegan los barcos de carga. Se fue todo el pueblo para ese lugar y saquearon las panaderías para llevarnos alimento. Fue algo emocionante ver a la gente con banderas, preguntándonos qué precisábamos u ofreciendo su casa para que llamemos por teléfono a las nuestras. En Buenos Aires fue todo distinto y predominó el silencio”, amplía Canitrot.

Jorge Estévez estuvo en febrero de este año; junto a su pareja, recorrió el lugar y fue allí donde tomó conocimiento del homenaje que se estaba proyectando.

“La verdad que fueron 600 veteranos, algunos con su familia, algunos hacía mucho que no se veían. La gente nos tocaba bocina, nos saludaba por la calle, fue algo especial, además de sentirnos queridos y reconocidos”, añade Estévez, que a su vez recuerda que todas las autoridades locales estuvieron presentes en el acto: tanto el gobernador y el intendente como representantes de las principales entidades intermedias.

La obra consta de un mural de 35 metros de largo, que muestra una secuencia de la llegada, el arribo del buque, los soldados recibidos por su familia, alguno herido, y otros, presentes en el recuerdo de sus madres. Un trabajo para el que se convocó a los artistas plásticos del lugar y se pudo concretar luego de arribar a un consenso en cuanto a la temática y el resto de las características.

Castro recuerda que a partir de la fecha las autoridades de Puerto Madryn han decretado que el 19 de junio sea feriado, dada la importancia de la fecha para toda la comunidad.

“Es impresionante lo que se respira Malvinas en esa parte del sur. Por estos días he visto videos de lo que se vive en Río Grande, que se ha denominado como la capital de la vigilia. Recordemos que Malvinas es parte de su territorio, tal es así que comienzan con las actividades unos diez días antes. Es increíble el sentimiento malvinero y cómo participa toda la comunidad”, agrega.

En el recuerdo ninguno deja de lado el homenaje que en su momento les brindara la ES4 Arvis, por lo afectuosa y original.

Madrazzo coincide en que hay un giro en la opinión pública y se observa una mayor consideración por parte de la gente… Poco a poco el pueblo se anima a honrar a sus héroes, y aquellos que fueron recibidos con un pedazo de pan y un gran cariño, los mismos que fueron invisibilizados por las autoridades, hoy son bien reconocidos por quienes sienten el orgullo de que hayan luchado por las Islas y, lo más importante, que nunca hayan arriado la bandera de la recuperación.