Ostende y un aniversario diferente

Este año la localidad más antigua del partido de Pinamar no tendrá los clásicos festejos de sus coloridas instituciones lo cual no significa que por eso la conmemoración sea menos sentida.

Son 107 años de vida.

Las circunstancias que rodearon este nuevo aniversario no son las óptimas ya que una gran preocupación colectiva se hace evidente ante lo que se presenta como un futuro incierto.

Hoy la localidad presenta una evidente evolución comercial y los matices propios de la naturaleza de su vertiente fundacional a la que se agregó la corriente migratoria de países hermanos y nuestros pueblos del interior.

A diferencia del resto de las localidades que conforman el partido se puede decir que no es víctima de la estacionalidad ya que es la que tiene mayor población estable. Un conglomerado de trabajadores y familias en crecimiento que hoy no tienen la oportunidad de juntarse en torno a sus instituciones para festejar.

Pero es bueno decir que aunque sea a puertas cerradas muchos festejaran el pertenecer al pueblo que eligieron para criar sus hijos y dejar sus huesos. Un pueblo pujante y trabajador que demuestra día a día el equívoco concepto de quien alguna vez lo calificó como “el patio de atrás”.