Para comunicarnos mejor

Vuelven los talleres de escritura creativa y con ellos la posibilidad de mejorar nuestra forma de hacernos entender con quien nos lee.

La licenciada en letras Cristina Daniele retoma el dictado de sus talleres de escritura en General Madariaga y Pinamar. En el orden local, reinició el miércoles pasado a las 17 y en territorio madariaguense lo hará el martes 27. Se trata de una actividad muy esperada que tuvo su comienzo en 2011, donde hay gente que viene trabajando con continuidad “y tal vez son los que más presionan para comenzar y, después, hay bastante gente nueva, que suele ser una modalidad acá, en Pinamar, que se va agregando, algo que es interesante porque se renueva y le da una dinámica al grupo”.

En los lugares en los que durante los meses de invierno se transita el fenómeno de la “baja temporada” se crea una necesidad de construir actividades con otros vínculos diferentes y se da que quienes se anotan y concurren elaboran climas poco comunes; en este caso, ayudados por las características de los contenidos del taller.

La fecha de inicio de los talleres no es perentoria, asegura Daniele: “Después se pueden ir enganchando porque tenemos una modalidad que trabajamos por cada módulo, tenemos una propuesta, un desafío para llevar adelante; así que, si no empezás en marzo, podés hacerlo en abril. No hay problemas en ese sentido, porque te permite ir sumándote a la próxima consigna; obviamente, te perdés de lo anterior, pero podés sumarte en cualquier momento. Es una labor continua y encadenada; una cosa te lleva a la otra. En cada encuentro hay una lectura y una propuesta de escritura, distinto en cada momento, aunque sí hay una temática general cada año; cada encuentro es una propuesta distinta”.

La actividad se denomina Taller de escritura creativa y apunta a que cada uno vaya desarrollando su escritura; en lo posible, se trata de que sea ficcional: “Si no es así, que sean relatos está bien, pero buscamos que el que participa comprenda cómo se mediatiza, que la figura del narrador, aun cuando sea personal y biográfica, pasa a ser un relato para que otro lo lea y deja de ser personal en un punto. Ese trabajo sobre la mediación. La idea es que, más allá de lo que uno pensó que lo movilizaba a escribir, termine escribiendo lo que quiere que el otro lea, lograr un producto tan bien hecho que el otro que lee entienda lo que quiso decir, y eso es un trabajo importante con la forma, con la técnica, con el lenguaje, que va más allá de la historia en sí misma”.

El taller tiene mucho de técnica, mucho de trabajo sobre la calidad y sobre el estilo. Está relacionado con el análisis del discurso y apunta a que quien nos lea interprete lo que uno quiere decir en el texto, algo que no siempre se logra.

“Mi experiencia anterior a Pinamar siempre fue en el ámbito académico, así que es completamente diferente el público. En el ámbito académico nos manejamos más con el contenido, es otra cosa, y va dirigido a alguien muy específico, que es un público que es más formal. En Pinamar y Madariaga fue empezar con el público en general, con alguien que no viene con un preconcepto, con una teoría formada, entonces fue toda una tarea de lograr que, el que escribe, lea como un escritor, vea qué hizo el otro, de entenderle la cocina, no digo para copiarse del otro pero sí para entender qué hizo. Fue creciendo muy bien el público. Quizás en Madariaga la gente se sostiene en el tiempo, quizás se va agregando alguien pero el grupo es sólido, de gente que se conoce, y en Pinamar se da casi lo opuesto: todos los años hay movilidad de gente, personas que se fueron y otros que ingresan, nuevos; es un grupo que se moviliza mucho y eso es enriquecedor”, completa la docente.

La propuesta es altamente tentadora y quienes quieran hacer una consulta pueden comunicarse con Cristina Daniele a través de su cuenta de Facebook o dirigiéndose a la Biblioteca Popular Manuel Belgrano.