Piden apoyo económico para la Biblioteca Popular de Ostende

La situación se pone difícil con la finalización de cada temporada. Afecta a los que menos tienen y también a las instituciones que transitan la realidad siempre al límite y con escaso apoyo de las autoridades.

Leonardo Solís, presidente de la Biblioteca Popular de Ostende, da cuenta del difícil momento económico de la institución, que cumple con un importante rol de contención a los chicos que se integran a las actividades que allí se desarrollan.

Las tarifas de servicios inciden fuertemente en las finanzas de las entidades y la biblioteca no es la excepción. Por lo tanto se invita a la comunidad a sumar su aporte para poder seguir adelante con el trabajo que realizan quienes le ponen el hombro en el día a día.

“La biblioteca nunca tuvo una situación holgada. Al menos desde que yo la conozco, nunca vivió un presente de ‘vacas gordas’; siempre tuvimos que pagar las boletas de la luz, gas y teléfono los integrantes de la comisión. La diferencia es que en épocas anteriores, en 2015, uno podía pagar los servicios de luz y gas de la biblioteca y pagar los servicios de uno personalmente. Hoy es muy difícil: si uno paga los servicios de la biblioteca, no paga las cuentas personales. A partir de entonces la gente de la comisión tiene que priorizar. Tampoco somos acaudalados ni empresarios; somos gente común que tiene un sueldo mínimo y tiene que cuidarlo a cuentagotas para llegar a fin de mes. Se complicó mucho, más teniendo en cuenta los valores excesivos de las boletas de luz, gas, teléfono, que este último no es tanto porque Telpin nos dona el servicio de internet, pero la luz y el gas lo tenemos que pagar como cualquier hijo de vecino, al igual que otros servicios, como el del contador que nos hace los balances para poder estar al día como institución, mientras los subsidios a nivel nacional y provincial no llegan”, detalla.

En este momento, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) está con algunos problemas y no está subsidiando como antes a las bibliotecas.

Solís recuerda que nunca recibieron ayuda de la Municipalidad, como ha ocurrido con otras entidades, y recalcó que tanto a nivel nacional como provincial ocurre otro tanto.

“Tenemos muchísimos chicos que van, de acuerdo a la cantidad de talleres. Hasta hace una semana funcionaba la escuela de adultos, que dependía de la Dirección General de Educación, funcionaba en la Biblioteca Popular de Ostende y también de un día para el otro decidieron sacarla de ahí y ahora tenemos que reestructurar un poco las actividades para poder darle movimiento a la institución. Va a haber gimnasia para adultos mayores, va a haber inglés, va a estar la orquesta, va a haber apoyo escolar gratuito para todos los chicos. Estamos en una zona donde no se puede pedir una suma exorbitante, así que pedimos una colaboración a los papás de los chicos que van a apoyo escolar, y los docentes van y donan su tiempo, están con los chicos, y todo esto tiene que ser en un marco de contención para que los chicos no tengan frío, con calefacción”, amplía.

Si bien falta un mayor esfuerzo económico para lograr la estabilidad deseada, ya son varios los vecinos que han colaborado. Leo se ha encargado de golpear las puertas de la virtualidad de Facebook recurriendo a figuras conocidas de la política, concejales en funciones.

“La verdad que hay mucho oído sordo, lo cual es preocupante porque he escuchado por ahí [acerca de] donaciones de sueldos o cosas de personas de condición más humilde. Siempre la gente que menos tiene es la que más ayuda. La gente que no tiene te da lo que no tiene. Así que estamos muy agradecidos con toda la gente que se ha acercado”, reconoció.