Matías Roa se refirió a la Fiesta de la Medialuna, un evento que se sumará a la oferta turística regional a partir de noviembre de este año y que se ha presentado en sociedad luego de un profundo análisis que da como resultado un elaborado proyecto que fue entregado a representantes de los medios que se dieron cita en el Café Il búho, en la tarde del jueves 6.

Roa se presentó acompañado por Giselle Acosta, otra de las generadoras de la fiesta, ante una audiencia atenta que formuló las preguntas de rigor sobre esta iniciativa que refuerza el calendario de actividades de pretemporada.

“Como todos los sueños, arranca con una locura. Me considero un poco el padre de la idea simplemente porque la soñé, a partir de lo que realizan Madariaga y Villa Gesell y no me refiero a la importancia de la fiesta en sí o la cantidad de gente que reúne; me refiero a la idea de ver cómo un pueblo se identifica, ver que Villa Gesell reúne 13 mil personas alrededor de una fiesta del chocolate, que Madariaga lo puede hacer con El Talar, ver que Macedo crece con la Fiesta del Kiwi, con lo que hace y lo que convoca, y lo que significa eso para el pueblo. Desde lo comercial, el aliciente que es para los comerciantes en una época tan difícil en una estacionalidad que ninguno de estos pueblos logró superar […] y me parece que estas cosas son las que hacen que sea el punto de partida de otras y eso va a ser lo que más orgullo va a generar, que sea el punto de partida que alguna vez dos o tres locos soñaron que Pinamar SA podía entregar el predio para hacer el esfuerzo, que UADE podía generar sus fuerzas, junto a Telpin y la asociación hotelera, junto a un grupo de comerciantes, los medios de comunicación y la Secretaría de Turismo”, pondera Roa.

La Fiesta de la Medialuna se va a realizar el 3 y el 4 de noviembre en el predio de Bunge e Intermédanos y la idea es que sea la fiesta representativa de Pinamar, hacerla crecer año tras año, “no de una manera comercial sino de una manera institucional para que en diez años podamos decir que tenemos nuestra fiesta”.

El escenario no es el mejor, dada la crisis que hoy atraviesa el país; por ende, la Municipalidad se ha desentendido de apoyar de manera manifiesta la actividad, ya que su accionar hoy depende de un presupuesto cuya aprobación aún está pendiente.

“Lo que necesitamos es unir fuerzas. El Municipio se comprometió a colaborar con Seguridad, Servicios Urbanos y Tránsito. Son dos días, el sábado, de 2 de la tarde a 10 de la noche, y el domingo, de 12 a 20, y hay que cuidar los stands el sábado a la noche. Para el desarrollo de la fiesta, se convocó a todas las panaderías. Tenemos un 90-95% de comercios que ya están avisados y con ganas de participar, la idea es encontrar la medialuna de oro, la más rica de Pinamar, y eso lo vamos a decidir nosotros, quienes las comemos. Unos quince días antes del inicio de la fiesta se van a poner en marcha las redes sociales, van a poder comenzar a votar cuál es la medialuna de su preferencia, y el primer día de la fiesta se va a cerrar la votación y van a quedar las ocho mejores, y de ahí van a competir en vivo en duelos de cuarto de final, semifinal y final, y van a ser elegidas por personalidades, el voto del público, cocineros, etc.”, detalló.

Cada panadería va a tener un stand, todos en igualdad de condiciones. Habrá stands de comida (no foodtrucks), stands de UADE y de Telpin, y se descuenta que van a participar muchas empresas de Pinamar. Entre los gestores de la idea figuran Sebastián Damiani y Mauricio Cañadas, entre otros, además de los nombrados.

Junto a la emblemática medialuna y su fiesta, habrá grupos musicales, atractivos artísticos y una serie de aditamentos que hacen de la fiesta una propuesta atractiva y generadora. Una movida poco común para Pinamar en esa época del año.

“Si apostamos todos a que en cinco o diez años tengamos unas 40 a 45 mil personas convocadas por la Fiesta de la Medialuna, ahí llegará el momento del negocio… Hoy es el momento de apostar, el momento de salir a mostrarle al país que Pinamar tiene las medialunas más ricas y adueñarse de ese mote, que esto no termina el 5 de noviembre; sigue más allá”, concluyó.