¿Puede mi pyme o emprendimiento exportar?

Por Ignacio Posada, Profesor de la Licenciatura en Administración de Empresas de UADE Costa Argentina Coordinador del Centro de Emprendedores, UADE HUB Costa Argentina

La respuesta no es simplemente que puede, sino que debe. Todo plan de negocio debería al menos considerar la posibilidad de trabajar en mercados internacionales a mediano o largo plazo. Es normal escuchar que exportar es “únicamente para empresas grandes”. Sin embargo, es algo posible para un emprendedor. A continuación se enumerarán los beneficios de exportar, analizando las condiciones de la empresa, y se mencionarán algunas consideraciones operativas.

¿Qué beneficios tiene exportar?

El primero de ellos es la posibilidad de diversificar el riesgo en varios mercados. Si se trabaja en un único mercado, el riesgo es demasiado grande (sobre todo en países con gran volatilidad e impredecibilidad como la Argentina). En cambio, si exporta a varios países no va a desbalancearse la sustentabilidad de la empresa en caso de perder uno.

También permite asegurar beneficios en una divisa dura. Es más conveniente contar con ingresos en Dólares o Euros.

Crecimiento aún en estacionalidad

Aprovechar la capacidad productiva instalada es otra de las bondades de la exportación. Principalmente este es el caso de empresas cuya demanda es estacional. Muchas veces las organizaciones no trabajan al 100% de su capacidad a lo largo del año, por lo que es conveniente trabajar en otros mercados para acercarse a ese número.

La exportación impulsa la mejora de los procesos productivos. El mercado internacional es cada vez más exigente, por lo que los emprendedores se ven obligados a mejorar constantemente sus operaciones, su calidad y su eficiencia.

Monitoreo interno y decisión

Una vez comprendidos estos beneficios, se debe realizar un análisis interno de la empresa en términos de capacidad productiva ociosa, recursos humanos capacitados, reservas financieras, productos con potencial exportador, entre otras variables. Lo más importante es tener una visión firme de los gerentes con relación al proyecto de internacionalización.

Una vez tomada la decisión, se debe realizar algunas tareas de análisis esenciales, teniendo en cuenta los mercados, clientes potenciales y competencia, requisitos, aranceles y pertenencia del país de origen y el de destino a bloques económicos. También hay que evaluar las alternativas de transporte de mercadería y realizar los trámites en el país de destino, incluyendo la firma del contrato de compra-venta internacional. Todo lo mencionado puede tomar entre 6 a 18 meses hasta concretar la primera exportación.

Cumplir con la requisitoria

Antes de exportar, una persona física o jurídica debe cumplir con los requisitos exigidos por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), entre ellos: estar registrado como importador/exportador, tener clave fiscal nivel 3, registrar los datos biométricos, demostrar antecedentes penales y mostrar solvencia. Por razones impositivas, es conveniente ser responsable inscripto. Este proceso puede realizarse en aproximadamente un mes y es gratuito.

Es importante enfatizar en que se debe contar con un Despachante de Aduanas de confianza que se encargue de todas las disposiciones aduaneras, que asesorare y acompañe durante todo el proceso, desde la elección de la Posición Arancelaria, los requisitos previamente mencionados hasta del asesoramiento impositivo. Las normativas del comercio internacional cambian constantemente y estos profesionales están siempre actualizados.

Conclusión

En conclusión, cualquier PyME puede exportar, pero deben considerarse los factores previamente mencionados para no “hacer agua en el intento”: analizar las condiciones de la empresa, realizar las inscripciones correspondientes, generar un vínculo con un despachante y estudiar el mercado de destino. Así también cabe destacar la importancia de la formación constante en Administración de Empresas, Emprendedurismo, Comercio Internacional e idiomas. Finalmente, es clave tener el apoyo y la visión de la gerencia que impulse el crecimiento, y la internacionalización, de la organización.