Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.
En oportunidad de celebrarse este mes como el de la Biblia, el papa Francisco recomendó la Lectio Divina como un modo no académico, sino espiritual, para leer la Sagrada Escritura, ya que permite “conocer a Jesús de un modo cada vez más personal, escuchándolo, viviendo con él, estando con él, siendo sus amigos, en una comunión de pensamiento que no es algo meramente intelectual, sino también una comunión de sentimientos y de voluntad, y por tanto también del obrar”, según expuso.
Leer la Biblia es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe. La liturgia cotidiana representa una “puerta segura” para escuchar a Dios y pone en sintonía su voluntad cuando la Palabra es orada en comunidad.
Son 4 las etapas:
- La Lectio, o lectura, de la palabra de Dios;
- la meditación de aquello que hemos leído;
- la oración (que es ese momento en que entramos en diálogo con Dios), y
- la contemplación, etapa en la que nos abandonamos a los pensamientos santos, dejando atrás nuestros propios pensamientos para disponernos a escuchar la voz de Dios que habla dentro de nosotros.
En el calendario de setiembre varias fechas están signadas por hechos y personajes que tuvieron directa relación con los textos litúrgicos sagrados que contienen la Revelación y la Palabra de Dios, y por eso cada año, la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, la Iglesia Ortodoxa e Iglesias Evangélicas lo consagraron como mes de la Biblia.
El 30, la Iglesia Católica Romana recuerda al activo protestante San Jerónimo, traductor del griego y del hebreo de la Vulgata, que es el texto oficial en lengua latina de la Biblia.
El 26, las Iglesias Evangélicas conmemoran la publicación, en 1569, de la primera traducción de los Textos Bíblicos a la lengua española, realizada por Casiodoro de Reina y conocida como la “Biblia del Oso” por la representación de un plantígrado en su portada.
El 21 es la fiesta de san Mateo, el Evangelista, también conocido como Mateo Leví, Leví de Alfeo o Mateo el Apóstol, uno de los tres seguidores de Jesús de Nazaret que narraron su vida, obra, milagro, muerte y resurrección y dieron a conocer su palabra.
Los otros dos son Marcos y Lucas. Su nombre viene del hebreo “Matathiah” y significa “Don de Dios”. Hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaún junto al lago de Galilea, y según Eusebio de Cesarea, predicó durante quince años en Judea, donde escribió su Evangelio hacia el año 80.
Cuenta Rufino que después se fue a Etiopía. Actualmente sus restos descansan en Salerno, Italia.
La Biblia cristiana es una compilación de documentos separados (llamados “libros”), escritos durante 1000 años en hebreo, arameo y griego para después ser reunidos en el Tanaj, o Antiguo Testamento para los cristianos, y luego el Nuevo Testamento. Constituye una fuente del conocimiento y compromiso de vida en lo referente a la fe, desgranando la historia de la salvación y profundizando la Palabra de Dios, interpretada auténtica y fielmente por el Magisterio de la Iglesia.