La Cooperativa Reciclando Conciencia, referente del reciclaje en la costa atlántica, desde hace años sentó las bases en la ciudad y marcó el camino sobre el tratamiento ecológico de residuos en la región. En los próximos meses, además de continuar con el trabajo de clasificación de residuos, apuntará a la elaboración de un proyecto de educación ambiental, con el que buscarán “aumentar el trabajo y reducir la basura que va a parar a cielo abierto”.

Carlos Méndez, presidente de la Cooperativa, comentó a Pionero detalles de las actividades que la organización realizará en este año, tras finalizar una nueva temporada estival.

-¿Cómo planifican el trabajo durante la baja estacionalidad?
Nos amoldamos a los volúmenes de la estacionalidad. Los volúmenes en verano no son los mismos a los de invierno: mayormente se triplican. Tenemos un plantel que en verano refuerza los horarios. Todos los años el plantel de la Cooperativa crece un 25%. Este verano no se reforzó, pero se laburó más. No es como un trabajo tradicional. Cuando más se trabaja, más se gana. En invierno no se trabaja en los mismos volúmenes, pero se potencia otros trabajos como la fabricación de placas con plásticos recuperados o la fabricación de bloques.

-¿Las restricciones por la pandemia afectó al funcionamiento de la organización?
La Cooperativa ha tenido la suerte de poder seguir trabajando durante la cuarentena. Por decreto municipal quedamos dentro del cordón sanitario. El sistema de islas sustentable se mantuvo y nosotros tuvimos que mantenernos activos. En un primer momento fue trágico para nosotros quedar dentro del cordón sanitario, pero después nos dimos cuenta de que fuimos agraciados, porque pudimos seguir manteniendo la Cooperativa.

-¿Continuaron los acompañamientos de otras fundaciones?
Recibimos bastante apoyo este año y el pasado de la fundación Vida Silvestre. Este año hicimos un trabajo de monitoreo para la fundación. Monitoreamos tres balnearios para ver el comportamiento de los turistas con los residuos, lo cual pone a la Cooperativa en otro plano. No simplemente es una cooperativa de trabajo sino también que recaba datos. Nos pone como observatorio local con el manejo de lo reciclable.

-¿Son conscientes del impacto que generan en la comunidad con su trabajo?
A nosotros nos cuesta ver el impacto que generamos por estar adentro y por haberla visto crecer desde cero. De tener un carro, hasta tener hoy dos o tres vehículos propios. O de ser 3 socios un verano a pasar a ser 34 socios actualmente. Sí nos damos cuenta de que impacta más socialmente generando empleo, que ambientalmente. Todavía está la desidia en algunas cuestiones del manejo del residuo.

-¿Cómo es el apoyo que les brinda el Estado?
Entiendo que Pinamar es uno de los pocos municipios que reconoce a una cooperativa como prestadora de servicio, y eso nos permite todos los eneros tener un presupuesto anual fijado y que no dependemos enteramente de la venta para el adelanto de retiro de los socios. Nos genera poder tomar deuda y poder proyectarnos, porque sabemos que podemos responder. Entiendo que todavía falta mucho, pero Pinamar viene marcando el paso al resto de la región.

-¿Se puede planificar ante la incertidumbre que genera la pandemia?
Surgen proyectos continuamente, la Cooperativa está muy diversificada. Estamos tratando de terminar este año con algún producto en línea, que nos permita tener un área que sea más productiva y más rentable. Además, estamos trabajando muy fuerte en los volúmenes de residuos reciclables. Entendemos que todavía se va mucho al basural. Y entendemos que a través del residuo se generan empleos. El primer año recuperábamos de 300 a 600 kilos y hoy de 5000 a 7000 mil kilos y de 3 puestos de trabajo pasamos a 30. Entendemos que cuanto más volumen, más puestos de trabajo.

-¿Cómo se consigue generar más volúmenes de residuos?
Impulsaremos un proyecto de educación ambiental, en el cual la idea es estar en todas las instituciones. Para nosotros la educación ambiental hoy es fundamental para aumentar los volúmenes de residuos que podamos recuperar, para aumentar el trabajo y reducir la basura que va a parar a cielo abierto.

-¿Perciben una mejor respuesta de comunidad hacia su trabajo?
Venimos recibiendo el apoyo de la comunidad. Año a año se va entendiendo que es una cooperativa de trabajo autogestionada y auténtica. Tuvimos que lidiar con el fantasma de las cooperativas armadas para tales fines. Pero hemos demostrado que esta cooperativa es auténtica y trabaja bajo la ley.