La nutricionista Belén Beltrachini agradeció a todos aquellos que se acercaron a brindarle ayuda, hacerle sentir su solidaridad, y por sobre todo a darle una mano ante el robo que sufriera su negocio, Vialight. Un emprendimiento familiar que hace muy poco había reabierto sus puertas y convocado a sus tradicionales clientes, que vieron con beneplácito la apertura del nuevo local sobre la calle Constitución al 1400.

Rodeada del afecto lógico de quienes reconocen su calidad como profesional y su honestidad, Belén había hecho todo el esfuerzo posible para instalar el local con todo lo necesario y brindar un excelente servicio.

Pero la inseguridad se hizo presente en la noche del domingo al lunes pasado. Cerca de las 4 de la mañana, tras violentar una cerradura, un sujeto ingresó al local para adueñarse en primera instancia del dinero que, imaginó, se encontraría en el lugar, aunque sólo pudo tomar el efectivo que las empleadas habían dejado el día anterior y que correspondía a lo que perciben, día a día, en concepto de propinas.

El malhechor intentó retirarse pero, al observar la presencia de un equipo de música de regular tamaño, decide apropiárselo y lo carga, aunque, dadas las dimensiones y el momento, termina dejándolo en las cercanías del lugar. Al parecer, el delincuente nota la presencia de cámaras, por lo cual, luego de subirse a una silla, las desconecta, lo que no impide que se viera parte de su rostro, aunque de manera no demasiado clara. De forma no precisada aún, se produce un principio de incendio, que es detectado por las empleadas del comercio que, como todos los días, ingresaron para dar inicio a su jornada laboral.

Interviene personal de la Secretaría de Seguridad y policial, en especial de Polícía Científica, que procedió a levantar huellas y a hacer los peritajes de rigor. Mientras tanto, se procederá a realizar un análisis exhaustivo de las imágenes registradas por las cámaras del lugar, ya que en la misma cuadra pero en la acera opuesta se encuentra la fiscalía pinamarense.