Se impone revitalizar la tarea misionera de la Iglesia

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

Dio comienzo el jueves 24, en el Colegio Santa Cecilia de Mar del Plata, el esperado “Primer Sínodo Diocesano”, que se lleva a cabo en nuestra diócesis entre marzo y agosto de 2022.

La realización de un Sínodo ha sido el mandato que, según el papa Francisco, nos signará en este milenio, ya que se impone revitalizar la tarea misionera de la Iglesia.

Los temas esenciales de la primera jornada giraron en torno de la evangelización renovada, la catequesis renovada, y los ejes transversales de familia, jóvenes y pobres.

Tocó al actual párroco de Balcarce y ex de Pinamar, presbítero Pablo Etchepareborda, dar la bienvenida a los cuatro centenares de sinodales que viajaron a Mar del Plata desde todos los rincones de la diócesis para estar presentes en la primera jornada de trabajo.

El Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredón también participó en la apertura, representado por Florencia Ranellucci (VJ), quien entregó al obispo Gabriel Mestre el reconocimiento a esta actividad religiosa, al haberla declarado “de interés”.

Mestre agradeció a los sinodales titulares y suplentes, al igual que a todo el clero, y saludó al equipo de animación sinodal luego de tanto tiempo de trabajo, y en la homilía de apertura de sesiones del Primer Sínodo Diocesano, durante la misa que ofició a las 9.30 en la catedral marplatense, pidió primacía de la gracia de Dios y conversión misionera para la renovación sinodal.

Dirigiéndose especialmente a los sinodales, reiteró tres palabras que tendrían que guiar sus impulsos al entrar por primera vez en el aula: gracia, conversión y sinodal.

“1) Primacía de la gracia de Dios; 2) conversión misionera para renovar la evangelización y la catequesis, y 3) ejercicio del estilo sinodal: escucha, diálogo y discernimiento”, explicó el obispo.

“Luego de más de tres años de preparación, pandemia de por medio, hoy comenzamos nuestro Primer Sínodo Diocesano para la vivencia, transmisión y compromiso de la fe. Los frutos del Sínodo no arreglarán todos los problemas de la vida de nuestra Iglesia. Solo abordaremos algunos y propondremos lo que Dios suscite en todos y en cada uno. Lo hacemos con la dulce intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, y nuestra patrona Santa Cecilia”, finalizó.

La segunda sesión será en las siete zonas pastorales, la de Pinamar es la sexta, y se realizará el 14 de mayo en Villa Gesell.

Habrá varias instancias más de desarrollo, los días 17 y 18 de junio, para culminar el 14 y el 15 de agosto con una misa en la Catedral de Mar del Plata.