Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.
El viaje interior imaginario a Galilea que el papa Francisco propuso en la Vigilia Pascual, realizada en una Basílica de San Pedro prácticamente vacía debido a las medidas de contención de coronavirus, constituyó una invitación abierta que significa, ante todo, como la hecha a los discípulos, “empezar de nuevo”.
Fue este el primer anuncio de Pascua de los tres que ofreciera el pontífice en esta oportunidad. Podría resumirse en que “siempre es posible volver a empezar, porque existe una vida nueva que Dios es capaz de reiniciar en nosotros más allá de todos nuestros fracasos”.
El rebrote del Covid19, que viene dando la vuelta al hemisferio y empieza a tocar las puertas de nuestro país cargado de más incertidumbre, en algún momento nos permitirá arribar a una nueva normalidad que se desconoce y, por ello, genera angustia.
Ya en la introducción hecha por el Papa a la catequesis de los miércoles publicada en L’ Osservatore Romano en lengua española, bajo el título “Hacernos siervos los unos de los otros”, había efectuado una alusión directa a estos tiempos pandémicos: “En muchas situaciones de sufrimiento, especialmente cuando quienes las sufren son personas, familias y poblaciones ya probadas por la pobreza, calamidades o conflictos, la Cruz de Cristo es como un faro que indica el puerto a las naves todavía en el mar tempestuoso. La Cruz de Cristo es el signo de la esperanza que no decepciona; y nos dice que ni siquiera una lágrima, ni siquiera un lamento se pierden en el diseño de salvación de Dios. Pidamos al Señor que nos dé la gracia de servirle y de reconocerle y de no dejarnos pagar para olvidarle”, dijo.
La Pascua de Resurrección de Jesús contiene la convocatoria a ir con Él, como aquella vez en Galilea, lo cual implicó que los seguidores tuvieran que dejar las redes para hacerlo, si bien, como apuntó Francisco, “muchas veces malinterpretaron sus palabras y ante la cruz huyeron, dejándolo solo”.
No obstante, puso de relieve que “el Señor resucitado se presenta como Aquel que, una vez más, los precede en Galilea, va delante de ellos, los llama y los invita a seguirlo, sin cansarse nunca”.
El segundo anuncio se refiere a la vigencia de la parábola bíblica que eligió en el actual contexto: “La fe no es un repertorio del pasado, Jesús no es un personaje obsoleto, Él está vivo, aquí y ahora”.
Recuerda en ese sentido en el mensaje que, de hecho, “camina contigo cada día, en la situación que te toca vivir, en la prueba que estás atravesando, en los sueños que llevas dentro. Aunque todo te parezca perdido, Él te sorprenderá”.
En el tercer anuncio remarca que “Jesús, el Resucitado, nos ama sin límites y visita todas las situaciones de nuestra vida. Nos invita a acercarnos a quienes están junto a nosotros cada día, para redescubrir la gracia de la cotidianidad”.
Con estas palabras aún resonando, más las del Orbi et Urbi de la misa de Pascua en la tradicional celebración del domingo pasado, la parroquia retomó el lunes las actividades pastorales, con la reanudación de las inscripciones a catequesis de niños jóvenes y adultos.