Sportivo Belga, un club que homenajea a Ostende

Sus colores y su nombre están inspirados en los belgas que fundaron Ostende. La historia de este equipo que hace de todo para crecer. Sus jugadores se pagan el alquiler de la cancha para entrenar y llegar a punto a la definición. A una fecha del final, le pelean el torneo a El Modelo y Buya. ¿Lograrán dar el zarpazo?

Cuando Fernando Robette y Agustín Poli llegaron desde Bélgica a Ostende, mucho antes de que Ostende fuera Ostende, nunca, jamás, imaginaron que esa enorme porción de médanos se convertiría luego en una de las ciudades, tal vez, con más sueños e historias que esconde la Costa Atlántica Bonaerense. Tanto sueña Ostende que, a más de cien años de su fundación, sus pobladores siguen homenajeándola cada vez que pueden, en cada acto de la vida diaria. Y fue así que tres pibes se juntaron para crear un club de futsal que les rindiera tributo a aquellos aventureros belgas. Conjugaron dos pasiones: el barrio y la pelota.

Sportivo Belga hoy es uno de los grandes animadores del torneo de la Liga Deportiva Pinamarense (Lidepi). Es el tercero en discordia, si se quiere. Porque el campeonato parecía que estaba entre dos equipos: El Modelo (32 puntos) y Buya (31 unidades y un partido menos –al cierre de esta edición–), pero Belga apareció de atrás para dar el zarpazo: derrotó al Deportivo Pinamar, por un ajustado 4 a 3, en un encuentro que tenía pendiente, y ya alcanzó las 32 unidades. De modo que la última fecha de la Lidepi es apasionante porque está para cualquiera. Tres equipos con chances de llevarse la ansiada copa de la Confederación Argentina de Futsal (CAFS).

Hace tres años, Lautaro Oviedo, Diego Cano y Leandro Ezcurra, más conocido como “Corrientes”, se propusieron transformar el clásico grupo de amigos en un verdadero equipo de futsal. Y así, entre charlas y discusiones, nació Sportivo Belga. Del nombre y de los colores (negro, amarillo y rojo, como la bandera de Bélgica) no hubo dudas. Había que respetar las raíces. Pero no eran tantos los integrantes. Por eso, se inclinaron por jugar en cancha chica. Además, los inviernos son duros y los vientos que soplan en la región amedrentan a cualquiera que desee jugar en la cancha de once. “Cancha chica, sí”, coincidieron todos. Y se lanzaron a la aventura.

Jugaron varios torneos municipales, con suerte dispar. Pero con el protagonismo latente y con una particularidad más que identitaria: todos sus integrantes viven en Ostende. A pesar de que no tienen lugar para entrenar, Sportivo Belga sigue adelante y no afloja nunca. Cada obstáculo es visto por este equipo como un desafío más. Entonces, cada vez que tienen que practicar, hacen una generosa ronda y a la romana, todos ponen su parte para pagar el alquiler de la cancha. Un gesto que vale más que mil palabras. El que mejor juega, paga lo mismo que el que, tal vez, no lo hace tan bien. El futsal los equipara. Ellos sí que juegan por los colores.

YUNTAS 5: Cristian Poma (2), Luis Encina (2) y Rubén Paredes.
RÚSTICOS 2: Lucas Suárez y Pablo Silvero.

EL SANTO 7: Sebastián Sandín (5), Fernando Ávila y Matías Giménez.
FANTASÍA 7: Daniel Salinas (2), Gustavo Mirk (2), Daniel Mirk (2) y Gabriel Villegas.

ATLÁNTICO 6: Alejandro Mendoza (3), Joaquín Gancedo (2) y Mauricio Silva.
EL MODELO 6: Lucas Gómez (3), Andrés Knesevich, Rodrigo Zelaya, Sebastián Díaz.

LA DON FERNANDITO 4: Nicolás Toledo (2), Tomás del Pero (2).
ZEUS 5: Facundo Nessi (2), Antony Cárdenas (2), y Matías Nessi.

PUMAS 5: Muraglia (2), Franco Villa, Francisco Echeverría y Lucas Castillo.
PACHO 4: Pablo Anavia (4).

SPORTIVO BELGA 4: Diego Cano (2), Nahuel González y Leonardo Díaz.
DEPORTIVO PINAMAR 3: Gonzalo Moreira (2) y Alejandro Martínez.

EL TEAM 5: Cristian Gacía (2), Walter Gari, Felipe Quintana y Cristian Pumano.
SPORTIVO BELGA 8: Javier Báez (5), Nahuel González (2) y Daniel Villalba.

RÚSTICOS 5: Diego Cabrera (2), Pablo Silvero (2) y Francisco Suárez.
ATLÁNTICO 2: Agustín Cox y Alejandro Mendoza.
(Reprogramado.)