Un rayo de luz en medio de la tormenta

La metáfora es la adecuada para referirnos a la claridad del concepto del experto catalán que se abrió paso en la coqueta sala del teatro oficial bajo una lluvia intensa, que no fue óbice para que se lograra un lleno total.

Toni Puig es llamado por muchos el gurú de ciudades, el máximo referente del urbanismo por otros y en algunos casos de manera más sencilla como el creador del concepto de “marca ciudad”. El experto en marketing y branding de ciudades, pasó por Pinamar con su acento catalán y con la seguridad de un disertante que sabe de qué habla y que se permite desbordes desde su verborragia apoyado en su experiencia en el manejo de las audiencias.

Quizás le haya quedado algo al auditorio que pobló casi íntegramente las instalaciones del Teatro de la Torre no obstante la noche tormentosa y el gran desafío que se planteaba en cada afirmación del disertante. Porque Puig dijo que nuestro futuro es mucho más brillante que nuestro pasado, por más que este último es muy bueno según su calificativo.

Y como es común, el visitante elogió que una escultura de Lucio Fontana esté al alcance de los ojos de los vecinos y turistas. Porque a decir verdad, quienes nos visitan luego de recorrer el mundo generalmente nos sorprenden porque valoran lo que nosotros ignoramos o menospreciamos.

Además de la creatividad, uno de sus conceptos eje, Puig insistió en que la fórmula del éxito se alimenta de las grandes transformaciones y no de las pequeñas reformitas.

También se refirió a que el turismo de hoy no busca torres de concreto, sino que en cambio prefiere disfrutar de una cierta tranquilidad, de un regreso a la naturaleza y hasta de la ecología marina.

Para ponernos en marcha hacia el éxito es necesario dejar de quejarse, una tendencia a la que somos muy proclives, dejar de dormir y abandonar la pasividad. Para eso tenemos que convertirnos en protagonistas sin fijarse en otros, sin compararnos y sin dejar de oír a todos los sectores.

El catalán recordó que en la década del 90, Barcelona no era una ciudad atractiva pero que sin embargo asumieron el desafío de afrontar ser sede de los Juegos Olímpicos de 1992, con éxito. Cuando el inicio fue sin dinero y con todas las voces agoreras de un rotundo fracaso, en contra. A partir de ahí se reformó la ciudad con los resultados conocidos.

Toni Puig sugirió que había que proyectar un Pinamar tentador para los residentes y los turistas, en los primeros 8 años, para luego en los siguientes 12 afirmarse y pasar a liderar el mercado de los destinos turísticos.

Como idea es buena y tentadora, como proyecto viable es trabajoso y en base a la experiencia vivida un tanto irrealizable. Solo basta pensar que si hace 20 años Puig nos hubiera visitado con su razonamiento y hubiáramos tratado de seguirlo, para que el resultado hubiera sido exitoso tendría que haber sorteado todos los intendentes entre interinos y electos que por norma deshacen y descartan todas las iniciativas de sus antecesores.

“Tenemos que ser diferentes, no nos podemos parecer a ninguna de las otras ciudades que están haciendo turismo de mar. Tenemos que tener una nueva ciudad que no contamine, tenemos que tener comercio sano. Estos son los tiempos. ¿Dónde? …en Pinamar, evidentemente.”

“Pinamar es abierta al futuro”, afirmó. Por otro lado, destacó el diseño de la ciudad y su arquitectura, por la manera que se pensó, por la idea de quien la fundó, por las esculturas, dejando en claro que la cultura creativa es un rasgo que motoriza el turismo.

Uno de los modelos a futuro pensado para Pinamar es aquel que propone la serenidad de la ecología marina con la vitalidad de la cultura creativa que emerge. Y de allí surgió la importancia de contar siempre con un evento diferente, se volvernos convocantes todo el año.

El discurso de Puig es altamente revolucionario de lo cual podemos inferir que como proyectos sus ideas son brillantes pero que para lograr que el sueño se haga realidad tenemos que trabajar mucho, avanzar con una línea de crecimiento más allá de los gobiernos de turno y por sobre todo cambiar, sencillamente cambiar…