Una mujer madariaguense resultó ser la mejor asadora

Además del éxito de convocatoria, las mejores carnes de nuestro país fueron el eje de la particular competencia, que reunió a los mejores asadores de la región.

Las doce del mediodía fue la hora que antecedió a que los jueces dictaminaran sobre los cortes que los asadores fueron poniendo a su consideración. En algunos casos se visualiza un control exhaustivo, todos tratan de aprovechar cada momento como para que su trozo de carne sea el mejor. El aroma se impone por sobre el resto de los sentidos y quienes no participan ya se relamen por un pedazo de carne. Por un momento es como si los jurados se hicieran merecedores de toda la envidia del mundo. El lugar elegido es el ideal, La Invernada, sobre la Ruta 74 a la altura del km 5, un rincón de la ruralidad madariaguense con mucha historia y tradición.

No faltan las cabalgatas ni nuestra música. Están los artesanos con sus hojas encabadas, sus fajas, sus artesanías, tientos, lonjas y trenzados entre otros productos. Y el sol y el verde llenando nuestros ojos de campo y vida.

Muchas de las miradas están puestas sobre ella. Es la primera mujer participante desde que se inició esta competencia. Se llama Alcira Beatriz Freije y participa en representación de la Sociedad de Fomento del Barrio Norte, de General Madariaga.

Hasta que a eso de las 12.30 se empiezan a develar las incógnitas y los jurados incrementan su trabajo. Las brasas empiezan a consumirse sin sentido y cada asador busca cómo presentar mejor su plato.

Ella presenta una tabla con un corte de asado y lo rodea con cuatro salsas. Espera impaciente el proceso que le permitirá a cada jurado dar su veredicto, hasta que la incógnita se descorre y se escucha su nombre. Seguramente vuelven a su mente el recuerdo de otros asados y fogones. Los primeros pasos, de la mano de su madre, otra excelente asadora. Llueven las felicitaciones y el reconocimiento.

“La realidad es que me gusta mucho hacer asado. Como ya he dicho en otras oportunidades, tuve a mi mamá, que amaba hacerlo. Son cosas que una ve de chica y a quien le gusta es como que lo va incorporando. Cocino tanto con carbón como con leña pero soy más amante de esta última. Para los que más saben, el tala es la mejor leña para asar al asador”, explica.

Alcira nos cuenta que ella sala la carne antes de ponerla al asador, una sola vez. Relata que el jurado lo primero que tiene en cuenta es el sabor de la carne y el grado de cocción, ya que tiene que estar a punto.

“Luego hay una serie de factores, como la vestimenta del asador, que debe ir acorde a la naturaleza del concurso, la higiene, entre otras cuestiones”, agrega.

En una charla de la comisión directiva de la entidad a la que representa surgió la posibilidad de participar. Luego se pensó en una mujer y el porqué de que debían ser siempre los hombres los que lo hicieran. Obviamente, la elección fue la mejor.

Alcira recuerda el cúmulo de emociones que sintió al escuchar el anuncio del veredicto, del que no separa el pensamiento sobre su madre y los primeros asados, las primeras enseñanzas. No oculta su preferencia por el costillar, ya que la carne con hueso tiene otro sabor.

“Son esos desafíos que uno se plantea en la vida, que por suerte salió bien y por lo que estamos muy felices, no sólo en lo personal sino también a la institución”, admite y recuerda que los cuchillos que se usan para asar no se deben usar en la cocina, de manera que estén siempre listos y con buen filo.

“Lo importante es participar y es de esperar que se anoten cada vez más mujeres y que éste sea el puntapié y cada vez seamos más y demostrar que las mujeres podemos hacer muchas cosas”, concluye.