Una simple historia de amor

La trama tiene la intensidad de un amor de verano pero no lo es; tampoco se puebla de los lugares comunes de una larga convivencia. La clave es dejarse llevar por la humanidad de la narración y el estilo con que se van ordenando las piezas del relato.

Pablo Federico es un personaje pinamarense multifacético y creativo. Para tener una idea, podemos decir que fue parte de la primera promoción como diseñador industrial en la UBA o que su paso por la playa nos retrotrae a un guardavidas que siempre descolló por su compromiso y profesionalismo. Pero todo no termina ahí, ya que desde Quotidiano se encargó en hacer la mejor pizza, para muchos, donde la rúcula, la muzzarella y una masa diferente se confabulaban contra la dieta más empecinada y rigurosa. Otros matices de la vida de Pablo lo muestran cámara en mano generando imágenes para la señal de Canal 4 / Vivo Pinamar.

En este caso el torbellino de ideas y sentimientos lo ha llevado a escribir un libro, Cerezas en diciembre, que a través de 151 páginas construye una escenografía que no podemos abandonar, enancada en una historia de amor fascinante y en una forma muy particular y atractiva de narrarla.

“Yo soy más charlatán, de hacer monólogos; más que charlar… cuando yo era más joven me manejaba con cartas que eran descriptivas y creo que esta onda de escribir me agarró en una etapa de la vida donde ya tenía un hijo, el árbol creo que lo planté y en un momento me di cuenta de que estaba escribiendo un diario para mi hijo”, asegura Pablo como si ese diario formara parte de un mensaje en una botella, pero con un destinatario específico.

Rosario Velázquez es una de las personas que lo incita a escribir una novela; también está su círculo más cercano de amigos. No así su padre, quien no conoce la existencia de la novela. Pablo entiende que el lanzamiento va a ser una sorpresa.

Se trata de una novela romántica que fue avanzando y creciendo hasta llegar a lo que define como una novela corta… El título es una de las claves, sutil y pequeña pero no desapercibida como una cereza.

Pablo entiende que el nombre tiene gancho y que la tapa se constituye en un complemento ideal de la personalidad de su novela.

El 12 de diciembre, a las 20.30, en el Playas Hotel se producirá la presentación en sociedad de Cerezas en diciembre. La gente puede comprarla para que Pablo pueda seguir escribiendo y porque es una forma de compartir una historia de amor que nos involucra desde la primera página.

Pablo no se considera un gran lector y nota que la novela no está influida por nada, “sirvió para sacar cosas al exterior” y para corroborar que lo pasa muy bien escribiendo.

El libro está dedicado a Liliana, su madre, y su condición de capricorniana, como Laura, la protagonista de la historia. La historia se desarrolla en Italia con pequeños anclajes en Pinamar. El autor maneja de manera particular las transiciones y hace del relato un camino que invita a llegar cuanto antes al desenlace. Los personajes hacen que uno, en la mitad del recorrido, esté deseando un final feliz para la pareja.

Luego de catorce años, Pablo ha vuelto a la playa y a su profesión de guardavidas. Cuando se le pregunta por el nombre o la edad de su hijo, su voz cambia al pronunciar “Joaquín” o al decir que cumplirá 9 en diciembre, al parecer un mes muy particular en su historia personal.