Una trayectoria y nuevas metas

El sueño de un grupo de atletas cumple diez años. De neto cuño pinamarense, este esfuerzo colectivo ha dado sus frutos al trascender en el crecimiento de los atletas jóvenes, que recién se inician.

Por estos días, Romina Gemignani y Priscilla López viven junto al resto del equipo que conforma la Asociación Atletas Máster de Pinamar (Aampi) la feliz instancia de cumplir diez años de trayectoria. Un aniversario que no piensan pasar por alto y que tendrá su festejo.

Romina está desde el inicio y así lo recuerda: “Aampi nació en la pista en una conversación con quien es compañero de toda la vida en el atletismo, Andrés Siste. Nació en 2008 porque pretendíamos volver a participar nosotros en competencias, en un ámbito máster, o sea, de veteranos, y luego, al iniciar los papeles y formar el estatuto, también incluimos el apoyo a deportistas de iniciación, a chicos en etapas iniciales, infantiles, porque a nosotros en nuestra adolescencia nos faltó eso para darle un desarrollo más completo. Si bien siempre estuvimos sumados al atletismo desde diferentes lugares, nunca hubo una estructura armada para tener un proyecto continuo. A partir de ahí empezamos a hacer Valeria corre en el 2009 y hoy, 28 de mayo, estamos cumpliendo diez años con la asociación, con mucho trabajo y con muchos proyectos que ya están afianzados dentro de la comunidad, además de solventar económicamente un equipo de atletas con muy buenos resultados desde hace seis o siete años”.

Es inevitable que las situaciones se repitan y, al irse renovando el plantel de chicos, surja la identificación con ellos mismos o con compañeros, por sus características particulares, “por sus ganas en el deporte, por sus orígenes y esto se inició así, viéndonos en esos chicos”.

Un año después se sumaría Priscilla López, tal cual ella lo describe: “Un año más tarde la conozco a Romi y justo estaban en pleno armado de la asociación; me sumo como atleta veterana para colaborar en la asociación, y a partir de ahí no paramos más. Es vertiginoso el transcurrir diario de la asociación, no para nunca. Si uno mira para atrás y busca una pausa, no existe. Más allá de que uno tiene otras actividades en lo cotidiano, esto es donde más energía ponemos, porque tiene que ver con la pasión por el deporte, por la construcción de algo. Esto es lo que une a los integrantes de la asociación, la idea de construir algo que se sostenga en el tiempo; eso lleva mucho tiempo, mucha energía y mucho trabajo y lo puede hacer alguien que está apasionado por lo que hace”.

El temple del atleta, y las ansias de superación personales se hacen ver en la continuidad que le dieron a la asociación. Aunque a veces aparece un aflojamiento al terminarse ciclos de los mismos atletas, el mismo mecanismo de pensar en una meta más lejana hace que unos a otros se estimulen y la tarea institucional no decaiga, no se abandone.

“Tenemos la suerte que además de ser compañeros en este trabajo somos amigos fuera y dentro de la asociación, porque está todo tan emparentado y porque es nuestro estilo de vida. Valieron la pena estos diez años de trabajo porque estando uno o no esto siempre va a tener una continuidad. Tenemos el festejo, la fiesta un poco protocolar y un poco festiva el día viernes 8 de junio en el Hotel del Bosque a las 20.30 con todos los atletas que han pasado por la asociación, con los actuales y con la familia”, agrega Romina. Pero la cosa no queda allí y tal cual ha sido siempre la idea es seguir. La prolijidad de una buena administración y el hecho de poseer la documentación pertinente le han permitido a Aampi ser beneficiada con un subsidio. Y los deseos hoy, por ejemplo, apuntan a la sede propia: “Hay muchos sueños y ganas de lograrlo y las condiciones están dadas, así que confiamos en el trabajo de todos y en la comunidad también”.