Verano Planeta: Emoción y sentimientos en una noche diferente

El año pasado, la presentación de Ellas despertó polémicas y curiosidad. Esta nueva obra será, sin dudas, un nuevo éxito editorial del reconocido médico.

Cada martes, el ciclo Verano Planeta vuelve a sorprender. Por momentos influye el cambio de autor; en otros casos el público está más receptivo o la temática toca de cerca a los asistentes. Este martes, el doctor Daniel López Rosetti volvió a cautivar a la audiencia.

–¿Qué impresión le da la devolución de la gente, las preguntas del público?
–Uno hace un trabajo, un esfuerzo en tratar de comunicar un lado, lo que creemos que es de interés y de bienestar para las personas y por el otro, lo que uno trabaja; y cuando hay ese contacto directo, en este caso en Verano Planeta, es muy edificante la interacción con el lector, eso cambia las cosas, es muy lindo.

–Ojeando el libro se desprende que considera que no siempre los más aplicados son los mejores profesionales ni los más felices ni los grandes triunfadores de la vida.
–No hay duda. De hecho, el libro en la tapa misma trasmite lo que adentro se desarrolla. El título es Emoción y sentimientos. No somos seres racionales…, que obviamente lo somos pero es provocativa y es base de lo que se trata en el trabajo. Dice: “No somos seres racionales, somos seres emocionales que razonan”, que verdaderamente no es lo mismo. La palabra emoción está en rojo y la palabra sentimiento está en azul, situación que tampoco es casual. La emoción es algo agudo, intenso con fuerte repercusión física, y se entiende por emoción aquella vivencia que tiene rostro, o sea, que tiene una comunicación no verbal. Cuando todavía no hablaba, el ser humano se comunicaba a través de expresiones y las emociones, a través del rostro, eran una forma de comunicación.

–También ocurre en los primeros años de la crianza entre la mamá y el hijo.
–Sí, porque existe comunicación. Las emociones llamadas básicas son el miedo, la ira, la alegría, el asco, la tristeza y la sorpresa. Un ciego de nacimiento pone cara de miedo cuando tiene miedo y cara de alegría cuando tiene alegría y no fue un rostro aprendido porque nunca lo vio. Las emociones tienen rostro porque son parte de un programa biológico cerebral y duran poco tiempo; una emoción dura minutos u horas, no más. En la tapa, la palabra sentimientos está en azul porque es una cosa distinta, más evolucionada; es la toma de conciencia de un conjunto de emociones y, a diferencia de la emoción, no es tan intensa pero puede durar toda la vida. Los sentimientos son la fe, el amor, el odio, la culpa, la vergüenza, el orgullo, la envidia. De todos estos, la felicidad determina una forma de compendio de todo eso y sobre eso trata el libro. Y la verdad es que el bienestar subjetivo percibido, que es lo que se conoce en términos generales como estado de bienestar, si queremos, la palabra felicidad, que es lo que más se aplica, tiene más que ver con el adecuado manejo de la estabilidad emocional y sentimental que lo que tiene que ver con el desarrollo del intelecto.

–¿Tenemos capacidad de percibir el estado de felicidad?
–Sí, lo que sucede es que hay que delimitar lo que significa la palabra felicidad. Cuando alguien dice: “La felicidad no existe, son momentos”, técnicamente esos momentos son alegría. La felicidad no es un estado de exaltación; la felicidad es un telón de fondo, es una sensación, es una vivencia, técnicamente se llama bienestar subjetivo percibido y es aquella circunstancia en la cual las personas subjetivamente hablando perciben una calidad de vida satisfactoria, ¿Qué es esto? Nivel de vida es si uno tiene un millón de dólares, pero calidad de vida es si disfruta lo que tiene. Es la diferencia entre la expectativa y la realidad vivencial: si hay una diferencia muy alta, la calidad es baja. En ese sentido, la sensación de bienestar y de felicidad, también. Pero, si yo percibo que mi expectativa es cercana a mi realidad vivencial, voy a tener un estado de bienestar. Eso es lo más cercano a lo que comúnmente se llama felicidad.

–La gente no disfruta de haber llegado a alcanzar sus metas.
-Sí, es verdad, o uno se da cuenta de lo que tenía cuando lo pierde. Pero eso justamente tiene que ver con la dificultad para percibir los mensajes, “escucharse”. Los mensajes emocionales, porque justamente nos creemos racionales, y sin dudas lo somos, pero la base central es emoción y sentimiento, que es lo que busco rescatar en el trabajo.

–¿Hablamos de emoción y sentimiento y estamos hablando también del amor romántico y pasional?
–Sí. Todos los sentimientos, como las emociones, fueron seleccionados por la naturaleza porque son útiles, más allá de lo que nos pueda representar, el amor es simplemente útil, es un sentimiento muy amplio. Uno la primera apreciación que tiene es el amor de pareja, pero también está el amor fraternal, el amor a la vida, el amor a la religión, etc. En la primera acepción, un autor en su teoría sobre el amor entiende que hay tres elementos que determinan el amor, que son la pasión, la intimidad y el compromiso. La pasión es la tendencia volitiva, es la tendencia que me acerca fuertemente a la otra persona. La intimidad es el conocimiento profundo, tanto físico como emocional, de la otra persona. Y el compromiso es el componente más cognitivo o mental (si se quiere, racional o pensante) del amor, porque también tiene el amor un compromiso en la medida que uno muta a través del tiempo lo que era la pasión inicial por algo más duradero, que es un amor estable en el tiempo, un amor maduro.

La continuidad del ciclo

Llega Florencia Canale con La Hora del destierro. Los últimos años de Juan Manuel de Rosas, en un nuevo encuentro, el martes 23, a las 20, en el Teatro de la Torre.