Víctimas, familiares y allegados, puestos a prueba por esta difícil enfermedad

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

La semana pasada, Nuestra Señora de la Paz participó, como parroquia perteneciente a la diócesis de Mar del Plata, de la invitación cursada a la comunidad por el obispo Gabriel Mestre para unirnos en oración por todas las víctimas del Covid, que superan las 100 mil en el país y los 4 millones en el mundo.

El Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) tenía registradas hasta ese momento 63 víctimas fatales en el Partido de Pinamar, de las 51.500 que en total se contaron en la provincia de Buenos Aires.

La misa oficiada por el padre Marcelo Panebianco el viernes anterior, a las 17.30, en el templo de la avenida del Libertador, se integró, en consecuencia, a las celebradas en toda la Iglesia Católica en Argentina para orar a Dios por el eterno descanso de todos los fallecidos por Covid a lo largo de este tiempo de pandemia.

“Pedimos también al Señor por las familias que han quedado traspasadas por el misterio del dolor por la pérdida de un ser querido: que el Dios Uno y Trino les regale la fortaleza de la fe y el don del consuelo”, fue una de las plegarias.

“Suplicamos también por la salud de los enfermos y por el personal de salud, seguridad, educativo y agentes pastorales que siguen en primera línea sirviendo a nuestro Pueblo”, prosiguió.

“Oramos en comunión con toda la Iglesia de Argentina convocada por la Conferencia Episcopal que convoca a esta jornada nacional de plegarias por los muertos por Covid”, ha sido otra de las menciones.

Los rezos se concretaron en forma presencial y virtual en las ceremonias religiosas en alguna de nuestras iglesias, a través de las redes, y cada uno, desde las casas, en medio de las actividades.

Lo importante resultó ser la unión en una gran súplica comunitaria a nuestro Dios.

En la declaración emitida por la Conferencia Episcopal Argentina se recuerda que hace un tiempo el papa Francisco invitaba a “rezar por todos los fieles difuntos, especialmente por las víctimas del coronavirus: por quienes han muerto solos, sin la caricia de sus seres queridos; y por todas las personas que han dado la vida por servir a los enfermos”.

Resaltan los obispos argentinos que “hacer memoria de quienes han partido en este tiempo de pandemia, nos hace volver la mirada a Cristo, muerto y resucitado, fuente de Vida eterna. Mirándolo a él queremos hoy nombrar a nuestros amados difuntos”.

Dirigiéndose a familiares y amigos de aquellos que han partido a la casa del Padre en este tiempo de pandemia, la Iglesia los insta a compartir los sentimientos y plegarias a fin de encomendar al Señor a quienes no pudieron superar esta difícil enfermedad para que, “como buen Pastor, los lleve sobre sus hombros hacia la dicha que no tiene fin”.

Parafrasean a san Pablo cuando dijo que “si se destruye nuestra morada terrena –nuestro cuerpo– tenemos un casa permanente en el cielo, no construida por el hombre sino por Dios”.