Virtualidad y home office, los dos impulsores del nuevo paradigma laboral

Tendencias que moldean la forma en la que trabajamos.

Mucho se habla de los cambios que el mundo del trabajo ha venido experimentando estas últimas décadas. Es innegable que hay varias tendencias en el mercado laboral que están moldeando la forma en que trabajamos y de las cuáles no podemos renegar.

La automatización y digitalización han transformado muchos aspectos de los empleos y las industrias. Cada vez más tareas pueden ser realizadas por máquinas y algoritmos, y esto cambió la naturaleza de muchos trabajos. Apareció la necesidad de adquirir habilidades digitales y adaptarse a este nuevo entorno. Por ello la educación y formación ha tenido que incorporar nuevas disciplinas, orientaciones y contenidos que apoyen y apuntalen estos cambios.El aprendizaje y desarrollo continuo se han vuelto esenciales para mantenerse actualizado en un mercado laboral en constante evolución.

Algunos cambios se vieron particularmente acelerados a partir de la pandemia del COVID 19. La implementación del trabajo remoto y flexible explotó a partir de entonces y continúa en crecimiento. Se popularizaron los modelos de trabajo híbridos y muchos de nosotros empezamos a trabajar desde nuestras casas de manera permanente lo cual implicó adaptarse a nuevas formas de colaboración y gestionar equipos distribuidos.

El trabajo independiente y la economía gig son también dos modalidades y temas que surgieron con más fuerza. Esto sucede porque cada vez más personas optan por trabajos independientes, freelance o por proyectos a corto plazo. Cuando se habla de economía gig o gig economy, se hace referencia a la economía de plataformas y, más concretamente, al trabajo de plataforma. Por ejemplo: el transporte basado en una aplicación, como Uber, el reparto de comida a domicilio, como Pedidos Ya y servicios similares que representan cambios visibles en el mundo laboral. La economía gig está en auge, y esto requiere una mentalidad emprendedora, habilidades de marketing personal y una mayor responsabilidad en la gestión de ingresos y beneficios. La flexibilidad y la escasez de requisitos de entrada en este esquema facilita que muchas personas intenten trabajar en plataformas o alternan esta clase de trabajo con otras. Entre quienes dudan o no apoyan este tipo de actividad están los que sostienen que este modelo ha empezado a destruir maneras previas de trabajar y ha propiciado la ruptura de la relación laboral estándar, y un empleo a tiempo completo estable, socialmente protegido y fiable. Un tema que trae algo de controversia que abordaremos más en profundidad en otro momento.

La diversidad e inclusión se están convirtiendo en prioridades importantes en el ámbito laboral. Las organizaciones buscan construir equipos diversos para fomentar la innovación y la creatividad, y se espera que los empleados tengan conciencia de la diversidad y sean inclusivos en sus prácticas laborales. Y de la mano de esto aparece un tema como el envejecimiento de la fuerza laboral que está experimentando cambios demográficos significativos, con un aumento en la proporción de trabajadores mayores y una mayor diversidad generacional. Esto plantea desafíos y oportunidades en términos de gestión de conocimientos, transferencia generacional y creación de ambientes laborales inclusivos.

Estas tendencias están moldeando el futuro del trabajo y es importante estar consciente de ellas para adaptarse y aprovechar las oportunidades que presentan.

Volviendo al home office, que es el cambio más universal en el mundo laboral porque nos atraviesa a casi todos, tiene detractores y fanáticos y cada uno tiene sus razones.

Es evidente que esta modalidad permite tener mayor autonomía en la organización del tiempo de trabajo, lo cual puede resultar beneficioso para adaptarse a las necesidades personales y familiares. Hay un ahorro de tiempo y dinero al no tener que hacer desplazamientos diarios al lugar de trabajo y trabajar desde casa brinda la posibilidad de personalizar el espacio de trabajo según las preferencias de cada uno y eso puede aumentar la comodidad y la productividad. Contar con un espacio de trabajo adecuado con todo lo que se necesita es imprescindible para evitar distracciones y tener orden.

Es maravilloso ver como algunas herramientas de comunicación y colaboración en línea permiten trabajar en equipo y mantener una comunicación fluida a pesar de la distancia física. Esto facilita la colaboración entre personas ubicadas en diferentes lugares. Y así se puede acceder a talento global, contratar empleados o colaboradores de cualquier parte del mundo y tener realmente equipos globales.

Para el trabajador es conciliar las obligaciones personales y laborales y mantener un equilibrio. Para ello es fundamental establecer una rutina. Crear una estructura con horarios para comenzar y terminar la jornada laboral permite respetar espacios y tiempos personales y profesionales. Si no se comunican bien algunas cuestiones y quedan difusas puede traer problemas establecer límites. Una buena comunicación con compañeros de trabajo y supervisores es clave para mantener la colaboración y flujo de información necesario. Otra recomendación es que al finalizar la jornada laboral, cada uno se desconecte de las tareas y dedique tiempo a actividades que relajen. Esto ayudará a evitar el agotamiento y mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Es esencial para tener un estilo de vida saludable, cuidar del descanso y alimentación, hacer pausas breves durante el día, reducir el stress y realizar ejercicio.

Algunos puntos a tener en cuenta para quienes establecer límites entre el trabajo y la vida personal , trabajar desde casa puede hacer que sea más difícil desconectar del trabajo. Asimismo no compartir un espacio físico común con compañeros de trabajo puede generar un sentimiento de aislamiento y la falta de interacción social que afecte el bienestar emocional y la colaboración en equipo.Sin una estructura y supervisión externa, algunas personas pueden tener dificultades para mantener la disciplina y la productividad en un entorno doméstico.Está comprobado que la presencia física en un lugar de trabajo fomenta la construcción de una cultura organizacional compartida y ayuda a fortalecer la cohesión de equipo, y que se pueden establecer vínculos personales más sólidos.

En resumen trabajar desde casa requiere una mayor autogestión, habilidades de organización para planificar tareas, establecer prioridades y cumplir con los plazos.

En cuanto a las limitaciones o barreras, las que más se imponen son aquellas que tienen que ver con la infraestructura y la calidad de la conexión a Internet en el hogar, porque afectan la realización de ciertas tareas y la buena comunicación.

Sin lugar a duda, la virtualidad y la presencialidad en el trabajo son dos modalidades que coexisten y han experimentado cambios significativos en los últimos años. Ambas tienen sus ventajas y desventajas, y la elección de una u otra dependerá de diversos factores.
Hoy prevalece un enfoque híbrido que combina elementos de virtualidad y presencialidad. Esta modalidad permite aprovechar lo mejor de ambos mundos, combinando la flexibilidad de trabajar de forma remota con los beneficios de la interacción en persona. En un mundo cada vez más globalizado, donde las barreras se diluyen y el conocimiento es transversal, la elección entre virtualidad y presencialidad dependerá de la naturaleza del trabajo, las necesidades de la organización y las preferencias individuales pero también de cierto nivel de maduración y desarrollo del país, de la realidad económica y de la calidad de los servicios, infraestructura. El nivel de accesibilidad de los hogares a la tecnología, el contar con espacios en los cuáles la convivencia sea sana y productiva, las costumbres y dinámicas sociales que faciliten la convivencia entre el trabajo y la vida familiar, personal y social sin que una opaque o invada la otra solo serán cuestiones a resolver y adoptar porque esta es una realidad que no tiene vuelta atrás.