Viviendas por el mundo: Casa ES

Por Cristina Ivanec, arquitecta.
Matrícula Nacional 16404 // Matrícula Pinamar 971

El encargo de una casa de playa vino de parte de una joven pareja. Como resulta la mayoría de las veces en estos casos el presupuesto era acotado por lo que los m2 también lo serían. El sitio donde se emplazaría la vivienda se trataba de una loma con vista al mar a través de una quebrada con orientación Nord-poniente. Los arquitectos se encontraron con una interesante variedad de flora silvestre considerada como vegetación de interés y otras no tanto como el caso de los pinos y eucaliptos plantados por el hombre. La idea fue trabajar la huella o implantación de la construcción de manera de intervenir lo menos posible el terreno y no tocar de esta manera la especies nativas existentes, que son en definitiva las que despiertan interés.

La idea rectora para la casa se planteó como un espacio central común y dos alas de dormitorios, hacia un lado el dormitorio principal y hacia el otro el área de invitados. Dos galerías o espacios semicubiertos se encuentran en el frente y contrafrente uno oficia de porch y el otro de espacio semicubierto para contemplar el mar. Dos baños simétricos se incluyen a ambos lados de la casa de día pueden ser usados indistintamente, de noche se reparten uno para la suite y el otro para los dormitorios que serán hoy también los cuartos de los niños y el de los abuelos que compartirán esta casa de playa.

Una ducha exterior resguardada por una trama de maderas verticales de un lado de la galería de acceso a la casa dice presente, como en tantas casas de playa, que mejor que quitarse la sal marina y la arena fuera de la casa y ya entrar limpios sin llevarnos toda la playa dentro de la casa! Y mucho mejor si esa ducha a cielo abierto se conecta a través de una puerta vidriada con el baño de la suite. Del otro lado y siempre hablando del frente de la casa se encuentra el lavadero también con un frente de maderas verticales que completan la simetría morfológica de la fachada de esta vivienda.

Por supuesto que las circulaciones se han restringido a su mínima expresión para no robar metraje a la casa. La entrada es franca, traspasamos la puerta y a través de los grandes ventanales ya avizoramos la vegetación y el mar; diría que nos encamina directamente al salón principal donde se define un área de estar alrededor de la estufa y un área de comer con una mesa rústica de madera cercana a la cocina si no fuera por unas diáfanas repisas que definen un sutil pasillo que nos lleva en ambas direcciones a los baños y áreas privadas de la casa. De esta forma desde el ingreso principal y a pesar de los pocos metros podemos acceder a los dormitorios sin invadir el área pública de la casa.

La construcción como en una gran mayoría de las casas en Chile es de madera. Los pisos y carpinterías dejan a la vista nudos y vetas. Las paredes interiores y cielorrasos machimbrados fueron pintados de blanco. La madera exterior con barniz marino luce su color natural y la piel o envolvente de la casa fue tratada con la técnica japonesa de quemado de madera otorgándole ese color negro que la resguardará por años de hongos e insectos. Es para destacar las claraboyas que llevan luz directa a la cocina, lavadero y ducha como para dejar bien claro que los propietarios son amantes de la luz natural y del ahorro energético que les ofrecerá luz natural durante más horas del día.

Esta casa de playa que se terminó de construir en 2017, se encuentra en Litueche, Chile. Los arquitectos responsables del proyecto pertenecen al Estudio: Altamarea Arquitectura y cuenta con un total de 120m2. de superficie.

— -

Contactos:
Instagram: @estudiodearqi
Facebook: Cristina Ivanec+asociados Arquitectos
Gmail: arqcbivanec@gmail.com
Página web: http://cristinaivanec.wixsite.com/arquitectos