Viviendas por el mundo: Casa Glen Iris

Por Cristina Ivanec, arquitecta.
Matrícula Nacional 16404 // Matrícula Pinamar 971

Esta vivienda se encarga de enmarcar el espacio al aire libre, dándole protagonismo al jardín y dejando como telón de fondo a la arquitectura. Despojado de cualquier lenguaje arquitectónico, este proyecto explora encerrar los rituales básicos de la vida doméstica dentro de formas de construcción restringidas.

Como muchos sitios suburbanos, éste ofrecía desafíos con su tamaño y orientación, particularmente con su jardín delantero orientado al norte. La casa fue construida como un solo volumen dentro del predio perforado con un jardín interno. Este enfoque permitió a la nueva vivienda dar la espalda a las propiedades colindantes, que están todas muy próximas, e interiorizar la casa para crear sus propias vistas y expansiones.

Horadar esta edificación en el área central permitió que la luz del norte ingresara al interior de la casa, sin comprometer la privacidad visual o acústica de la calle.

El objetivo de los arquitectos era dar tanta importancia al paisaje y los espacios exteriores como a cualquiera de los espacios de vida internos. En las primeras conversaciones entre profesional y comitente, se establecieron ciertas premisas tales como que el paisaje no solo se convertiría en el entorno de la arquitectura, sino en el centro de ella, al igual que capturar la luz del norte y lograr un alto nivel de privacidad.

Al internalizar el jardín, no solo dentro de la forma construida sino dentro del sitio, se corta del ritmo típico de los patios traseros suburbanos circundantes, todos alineados, y se crea un hábitat altamente privado, íntimo y seguro orientado al norte.

La fachada frontal actúa como un lienzo, capturando las sombras y reflejos de un gran roble callejero. Al transponer la puerta pivotante de entrada, uno experimenta un umbral exagerado entre el interior y el exterior, creando una carga de sentidos. En contraste con la fachada modesta y simple, al entrar, los espacios se despliegan, a través de las áreas de descanso privadas, a través del jardín interno, y culminando en el área principal de estar, cocina y comedor. Para llegar a las áreas principales de la casa se debe atravesar por la naturaleza del jardín. Al ubicarse en el centro, uno debe moverse continuamente y experimentarlo; no solo los huéspedes que llegan a las áreas públicas de la casa, sino también los ocupantes cuando se mueven de las áreas de estar públicas a las áreas privadas para dormir y bañarse.

Las áreas privadas para dormir, bañarse, estudiar y leer están deliberadamente ocultas de las líneas de visión interiores, mientras que las áreas públicas, por el contrario, están completamente abiertas y conectadas con el jardín interno. Se realizan más conexiones entre el jardín interno y el espacio alrededor de la casa, proporcionando una capa de paisaje y forma construida circundante.

El blanco es el color elegido para toda la casa que se desarrolla en planta baja con los dos dormitorios de los hijos en el fondo y la suite matrimonial en el frente de la casa. La vivienda se encuentra en Australia el estudio responsable: Studiofour, tiene un área total de 500 m² y la casa fue construida en 2017. Las fotografías pertenecen a Shannon McGrath.

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